El Alquimista de Paulo Coelho.
Siempre que me preguntan por un libro, el que más me ha gustado sólo se me viene éste a la cabeza, porque es diferente a cualquier libro que hayas podido leer: no sólo tiene una historia interesante con inesperado final sino que cada página, cada párrafo tiene enseñanzas de la vida que puedes adaptar diariamente a la tuya. Por eso quizá creo que es el mejor libro que he leído y leeré jamás, porque me ha enseñado a realizarme como persona, porque al llegar a casa sólo pensaba en seguir y seguir avanzando capítulos, hasta que cuando leí las últimas palabras se me dibujó una sonrisa de satisfacción en la cara, al comprobar la verdad que sabemos y nunca creemos.
Además de las sensaciones, conocidas o no, que experimentas junto con el protagonista, porque ciertamente cuando la lees notas el aroma del desierto, el color de alguna hermosa flor e incluso la voz de su amada.
No quiero contar la historia, porque prefiero que os aventuréis y conozcáis la historia completa por vosotros mismos. Simplemente os animo a que leáis una novela indispensable, aunque os dejo un pequeño párrafo del libro.
“Siempre existe en el mundo una persona que espera a otra, ya sea en medio del desierto o en medio de una gran ciudad. Y cuando estas personas se cruzan y sus ojos se encuentran, todo el pasado y todo el futuro pierde su importancia por completo, y sólo existe aquel momento y aquella certeza increíble de que todas las cosas bajo el sol fueron escritas por la misma Mano. La Mano que despierta el Amor, y que hizo un alma gemela para cada persona que trabaja, descansa y busca tesoros bajo el sol. Porque sin esto no habría ningún sentido para los sueños de la raza humana”.
Alicia Arjona (4º B)
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